Un nuevo paso en la instalación y modernización de la hilandería de la empresa Emilio Alal
El martes llegaron más máquinas, de origen alemán. La planta textil está en producción, emplea a unas 20 personas, mientras continúa incorporando tecnología. “Lo significativo es que, por primera vez, una hilandería está en el lugar donde vive la gente, donde viven sus dueños y se agrega valor en el sudoeste chaqueño”, subrayó Emilio Luis Alal, ejecutivo de la firma.
Completar e integrar la cadena de valor textil dentro de las fronteras de la provincia es una de las premisas fijadas por el Gobierno chaqueño y compartida por el sector privado, que apuesta permanentemente con inversiones al desarrollo de la provincia.
“Por primera vez, una hilandería está en el lugar donde vive la gente, donde viven sus dueños y se agrega valor en el sudoeste chaqueño”, subrayó el contador público Emilio Luis Alal, ejecutivo de Emilio Alal S.A.C.I.F.I., una empresa familiar con 107 años de trayectoria en Argentina. En el Chaco, su base desde hace más de 50 años es Villa Ángela, aunque también tiene áreas de negocios en Goya, Corrientes (una hilandería), y en Reconquista, Santa Fe (una curtiembre).
En Villa Ángela, la integración de la cadena de valor del algodón se fue robusteciendo. Allí está la desmotadora de algodón y, hace seis años, la empresa inició el proyecto de instalación de una hilandería Open End.
Se trata de una hilandería que la compañía compró en Don Torcuato, provincia de Buenos Aires, y luego comenzó a trasladar a Villa Ángela, junto a un proceso de modernización que implica la incorporación de tecnología.
Con recursos propios, la compañía atravesó distintas etapas hasta lograr el arribo, el martes de esta semana, de cardas alemanas de última generación. “Esto significa agregar valor al fruto de nuestro suelo, a nuestro algodón y a nuestra fibra, desde el Chaco para el país y, algún día, para el mundo también”, resaltó Alal en diálogo con Agencia Foco.
Producción e industrialización, en un mismo lugar
“Lo significativo de esta planta es que, por primera vez, una hilandería está en el lugar donde vive la gente, donde viven sus dueños y se agrega valor en el sudoeste chaqueño”, sostiene con orgullo el empresario, recordando que sin una planta industrial de estas características “la fibra se producía acá y se iba a otras provincias y a otros países”.
“Los productores de algodón son de nuestra zona, es algodón chaqueño y también santiagueño. Es un polo que desarrolla e impulsa un cluster, es decir, las actividades asociadas de toda la zona como torneros y provisión de distintos materiales. Todo eso levantó a la zona”, graficó.
Cardas de origen alemán
“La hilandería nos viene costando mucho en la puesta en marcha y en la modernización”, comentó Alal. Por eso, destacó la llegada de las cardas alemanas de última generación.
Sobre las máquinas y su importancia en el proceso productivo, explicó: “El proceso tiene cuatro etapas: aperturas, cardas, manuales y Open End. Con estas cardas, ganamos en productividad y en calidad del material del algodón procesado”.
En esa línea, señaló que el proceso de instalación de la hilandería “es amplio” y todavía faltan algunas etapas por cumplir. Además, en 2020, las restricciones impuestas por la pandemia afectaron gravemente la logística y retrasaron todas las previsiones.
“Estas máquinas salieron del puerto Hamburgo, Alemania. Nos falta completar con otras dos Open End de origen alemán, para llegar a las cinco máquinas”, reveló Alal. Pero ponderó los avances logrados hasta el momento, porque destacó que “la parte de hilatura poliéster está prácticamente terminada”.
En producción
Mientras se incorporan máquinas y tecnología, la hilandería en Villa Ángela está produciendo: “Aunque no a los niveles que queremos alcanzar. La modernización permite aumentar la productividad y mejorar nuestros puntos de equilibrio”, indicó.
Por otra parte, Alal marcó como “un cuello de botella grave” el de la calidad de energía para abastecer a una planta industrial que trabaja las 24 horas. Por eso, valoró el trabajo y predisposición del Ministerio de Producción, Industria y Empleo y del Gobierno provincial para hallar soluciones y alternativas.
En ese sentido, dejó claro que se trata de un problema en la calidad de la energía “con independencia de los costos, que se pueden debatir en una mesa”. Y marcó que la energía es el principal insumo que alimenta a una planta industrial.
Hilados producidos en el Chaco
(Foto: página web Emilio Alam S.A.C.I.F.I.)
“Dentro de la hilatura Open End, tenemos capacidad para hacer diferentes tipos de hilados”, explicó sobre las funciones de la hilandería. Y amplió: “Dependiendo el título (grosor) del hilado, podemos hacer desde un hilado para trapos de piso hasta otros para prendas como remeras”.
Pero como en este momento, la hilandería todavía no cuenta con la alimentación de las cardas, se producen sólo hilados finos –que demandan mayor calidad- para la industria de la moda y para prendas de estación.
Toda la producción tiene como destino al mercado interno, que el empresario destacó que “está reputando” en los últimos meses. Para exportar, Alal consideró que no están dadas las condiciones para este tipo de industrias en materia de costos, dados los altos niveles de presión fiscal y cargas laborales a nivel país.
Generación de empleo e inversión
En forma directa, la hilandería emplea en Villa Ángela a unas 20 personas, que fueron incorporadas recientemente, y otro grupo está capacitándose en la hilandería de Goya. Además, hay personal de montaje de las máquinas, que se emplea en forma temporaria.
La inversión para el montaje de la hilandería y modernización es con recursos de la empresa y utilizando algunas líneas de financiamiento del Banco Nación. Pero, además, Alal reveló que están en análisis algunos instrumentos de financiamiento que pone a disposición el gobierno provincial, a través del Nuevo Banco del Chaco, para otros proyectos a desarrollar por la empresa, en otra unidad de negocios.