La lluvia trajo alivio al campo y complicaciones en la zona urbana de Charata y Gancedo
Con registros superiores a los 200 milímetros, los equipos comunales trabajaron en los barrios más vulnerables. Sin embargo, el campo atravesaba una situación complicada por la sequía y el agua ayudará a llenar los reservorios de cara al invierno que es la estación más seca.
Los altos milimetrajes de lluvia caídos en las últimas horas en el sudoeste chaqueño trajeron alivio a la zona rural que atravesaba un panorama complejo por la falta de agua, pero algunas complicaciones en las zonas urbanas más vulnerables, tanto en localidades como Charata y Gancedo.
En declaraciones a Radio Provincia, el intendente Alberto Korovaichuk aseguró que si bien no se esperaba “tanta agua (promediando la mañana el pluviómetro marcaba 270 milímetros), la lluvia será beneficiosa para el campo”. “Estamos soportando bien; los canales y los desagües funcionan, los puentes que hemos hecho han dado resultado: aún así, hay lugares puntuales con complicaciones pero estamos trabajando es eso”, expuso y agregó el jefe comunal de Gancedo: “Sabemos que están cayendo más de 300 milímetros en Otumpa que descarga en campos de Las Parrillas, de El Pala y San Isidro; y estos bajan en agua desde Gancedo hacia el oeste”.
El intendente marcó que, a pesar del milimetraje caído, “los reservorios aún no están a pleno, pero se espera que esto ocurra en las próximas 72 horas”. La buena noticia es que la lluvia llegó casi con el otoño y en la previa del invierno, que suele ser la estación más ceca en la región. “En esta fecha, el año pasado tuvimos unos 460 milímetros; pero en este momento estuvimos recorriendo el pueblo y en el barrio más bajo que tenemos que es La Represa, el agua está escurriendo bien”. “Vale recordar que el Municipio hizo dos puentes en el último año y se ha canalizado, lo que ayuda a la zona del cementerio y en la fábrica de Linke”, aseguró.
En el barrio La Represa, el agua colmó las calles pero no llegó a las casas, según el intendente. “Vamos a necesitar agua para este invierno, ahora para mediados de abril comienza la cosecha de soja y para mayo tenemos la siembra de trigo: esperemos que siga lloviendo, poco no mucho, para que los canales puedan seguir trabajando bien”, indicó.
En Charata, barrios complicados
En Charata, la situación fue similar. La intendenta María Luis Chomiak consideró que “el agua drenó con rapidez” y si bien el contacto con distintos estamentos y organismos provinciales fue fluido, “hasta ahora hemos podido enfrentar las complicaciones que nos dejaron las lluvias con los equipos municipales”, dijo.
“En cierto sentido fue un día porque si bien nos sorprendió una copiosa lluvia, con más de 200 milímetros de agua caída en la localidad, fundamentalmente en el casco urbano”. “Se esperaba la bendecida lluvia, con esta cantidad y en tan poco tiempo, ocasiona ciertos problemas”, reflexionó la jefa Comunal.
En ese marco, si admitió que hubo “complicaciones en algunos sectores de algunos barrios a pesar de que habíamos hecho un trabajo de infraestructura importante. Y si bien la falta de lluvia le da un mayor poder de absorción al suelo, este milimetraje produce colapsos en cualquier ciudad”, evaluó. La intendenta admitió que queda “mucho por hacer en materia de infraestructura”, pero aseguró que los equipos de la Comuna trabajaron en las zonas más complicadas como los barrios periféricos. “En la zona de las calles pavimentadas y donde se encuentran los principales desagües, la respuesta fue bastante buena”, consideró.
Chomiak apuntó que en la medida en que cesen las lluvias, en virtud de la capacidad de absorción que tienen la napas por la falta de precipitaciones de los últimos meses, la situación se irá regularizando. “Estamos asistiendo a los vecinos que están teniendo problemas y seguramente en un tiempo no muy lejano toda esta agua que ha caído será muy beneficiosa en la zona rural porque se la esperaba con ansias”, aseguró.
La jefa comunal remarcó que precisamente en el campo los registros no han sido tan generosos como en la zona urbana. “En Pampa Landriel o Mesón de Fierro, el milimetraje se ubicó en torno a los 120 milímetros, pero en Sachayoj (Santiago del Estero) donde ha llovido menos; de todas maneras estas zonas estaban muy complicadas con las sequías, con lo cual, si bien nos ocupa y preocupa lo que ocurre en las zonas vulnerables, la producción necesitaba el agua”, aseguró.